martes, 11 de septiembre de 2007



Debemos saber que este es el siglo en donde el diseño comienza a considerarse como tal.

Algunos de los hechos a destacar del siglo XIX es en 1814 cuando se inaugura la era de la mecanización de la industria de la impresión, incorporando la máquina semiautomática, posteriormente surge la linotipia.

Hubo un cambio notable al comenzarse a usar este proceso, ya que el remplazo de las antiguas prensas permitió la ampliación de los formatos de papel a imprimir, con lo cual los papeles y las letras pudieron superar los límites de los anteriores pequeños formatos.

El desarrollo del diseño gráfico continúo, hasta que se lleva a cabo la separación entre Bellas Artes y Arte Aplicada, en el siglo XIX.

En este siglo se crean las tipologías Finas, Negras y Supernegras (según el grueso del palo), y las Estrechas o chupadas y Anchas (según el ojo de la letra), así mismo se distinguen tres familias genuinas: las Egipcias, las Antiguas, grotescas o góticas y la escritura Inglesa.

Hay que destacar la creación de Rowland Hill,el sello de correos. Se asume la técnica del grabado calcográfico como unidad estilística propia y aparece el billete con el uso del papel moneda. La publicidad directa empieza a perfilarse como estrategia e instrumento propagador y embellecedor, así surge otro elemento innovador: el uso de la figura femenina como elemento simbólico de atracción.

Sello de correo














Grabado calcográfico


















Otro gran impulsor del desarrollo del diseño gráfico fue la Revolución Industrial. Surgieron las fábricas y la economía de mercado, la gente comenzaba a trasladarse a las ciudades en busca de trabajo, comenzaron a aumentar las tiendas y los comercios y empezó la competitividad entre empresas por hacerse con una parte del mercado. Con ello apareció y se desarrolló una nueva técnica comercial, la publicidad, encargada de hacer llegar a los consumidores mensajes específicos que les convencieran de que un producto dado era mejor que otros análogos.

El desarrollo de la publicidad trajo consigo un desarrollo paralelo del diseño gráfico y de los soportes de comunicación. Había que convencer al público de las ventajas de un producto o marca, y para ello nada mejor que mensajes concisos, cargados de componentes psicológicos, con diseños cada vez más elaborados, que se hacían llegar al mayor número posible de personas. El cómo se transmitía la información llegó incluso a superar en importancia a la misma información transmitida.
No se trataba de que los mensajes sean visualmente lindos, sino efectivos, que cumplieran con el objetivo, "vender", y para ello no se dudo en realizar grandes inversiones, haciendo posible un gran avance en las técnicas de diseño y la aparición de profesionales dedicados exclusivamente a desarrollarlas y ponerlas en práctica: los diseñadores gráficos.

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